Ayer como todos los miércoles, solamente tenía clase por la mañana. Eso significaba que por la tarde, tendría sesión en la ludoteca de mi pueblo. ¡¡Si!!! aunque os parezca extraño, también voy a estas actividades.
La cosa es que Virginia, que es la encargada de la ludoteca, les comentó a mis padres que porqué no se animaban a llevarme . Mientras tanto, ella se puso en contacto con mi profesor, Mikel y éste le explicó las cosas que yo podía hacer, de lo que yo era capaz, de qué tipo de materiales podría utilizar, qué ejercicios hacer y cómo se podía plantear una sesión con ella en la ludoteca. La verdad que prestó mucha atención y aprendió rápido.
Las primeras sesiones iba acompañada de alguno de mis padres que a su vez indicaban a Virginia cómo era yo, qué cosas me gustaban, qué cosas menos y cuales detestaba.
Contaba con la ventaja que los niños con quien iba a compartir sesión, ya me conocían de la escuela y sabían cómo debían tratarme y cómo podían ayudarme.
¡Total, que dicho y hecho! todos los miércoles yo también voy a la ludoteca. Allí organizamos un montón de actividades, nada más llegar, reconozco perfectamente el lugar y no puedo disimular la sonrisa de mi cara.
Escuchamos música, celebramos algún cumpleaños, representamos obras de teatro, hacemos manualidades, comparto con otros niños diferentes actividades. Ayer estuve trabajando con pintura de dedos y participé en pintar un gran mural.
Me encanta ver cómo el resto de niños anda de aquí para allá, y cómo otros más tranquilos, se acercan para jugar conmigo. Es una maravillosa tarde la que paso allí dentro, además no paro, me siento feliz!!!
Luego llega la hora de recogerlo todo y es cuando vienen mis padres a buscarme y nos vamos a cenar a casa. Ese día también termino agotada, pero sabiendo que mereció la pena el esfuerzo......
Prometo contaos un día con muchos más detalles lo que hacemos.....
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