Aquí os muestro cómo soy capaz de desplazarme con este andador que tiene tanta historia para mi. Es un andador recuperado por mi profesor. Estuvo durante mucho tiempo abandonado en el almacén del CREENA porque estaba roto. Un día, mi profesor hablando con Ana, la fisioterapeuta, creyeron que podría ser una actividad interesante para mi. Así que lo trajeron a la clase, y después de unos arreglitos vuelve a ser muy útil. Solemos hacer ejercicios de desplazamientos con él. Es curioso, pero yo tengo una manía a la hora de hacerlo funcionar y es que prefiero hacerlo para atrás que para adelante.
Así, Mikel, se suele poner detrás de mi con algún objeto que me resulte muy atractivo y estimula para que yo avance en esa dirección. En este vídeo estoy con mi profesor de psicomotricidad. Como podéis observar, disfruto mucho con esta actividad.
Hay días que me cuesta arrancar, pero una vez me pongo en marcha, no paro.
No os podéis imaginar lo contenta que me siento pudiendo ir de un lado para otro. Además me hace ver el mundo desde otra perspectiva y me proporciona algo de autonomía para reconocer el espacio próximo que me rodea.
Lo tengo claro, ¡voy a seguir esforzándome que merece la pena!
Ay Maitane, me parece que tu amatxo le ha echado algo raro al desayuno, porque esa manera de conducir para todos los lados, no sé, no sé...
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